Técnicas de Sanación

Aquel que ha contemplado la belleza se vuelve bello para siempre

viernes, 17 de mayo de 2013

Un poquito de SER



Hoy, y mas concretamente esta noche, la oscuridad de este mundo se ha asomado un poquito (haciéndonos un guiño) a éstas nuestras almas, que ya están girando a la búsqueda de un nuevo horizonte como seres humanos
Una amiga y  yo decidimos esta tarde dar un paseo hasta un centro comercial (- lugar de culto moderno -); luego cenar allí y  finalmente dar un segundo paseo hacia nuestras respectivas casas. 
En el trayecto de camino a casa, de repente, como a dos metros de nosotros, un señor tropieza con el bordillo de la cera y se cae de bruces. Inmediatamente nos apresuramos para ayudarle a levantarse, lo cual nos costó un poco ya que este hombre iba  un poquito bebido y se le veía mayor (.. unos setenta y pico de años según nos dijo...).  Nos cuenta que ha perdido las llaves de casa. Le preguntamos sí esta bien y le proponemos llamar al samur para que le atiendan de la caida; sin embargo él se niega en rotundo asegurando que estaba bien. Bien, lo que se dice bien, no lo veíamos, ya que le costaba un poco mantener el equilibrio y, aunque no tenemos olfato canino, el olor a alcohol mezclado con el refresco "penas" se notaba claramente. 
Nos pidió sí le podíamos acompañar en el recorrido al bar donde había estado por sí las llaves pudieran encontrarse allí. Accedimos más por evitar que se fuera a dar otro trompazo que por las llaves en sí. En ese recorrido este hombre nos habló con palabras de dolor... Literalmente decía: "..sí yo lo quiero es morirme..", "...pero qué hago yo en esta mierda de mundo...", "... que verguenza..", "..pero porqué no muero ahora en este momento...", "...pensaréis de mí que soy un borracho y un gilipollas...", "...no tengo a nadie en casa.., pero sí vivo solo !!!" , etc, etc, etc. 
Llegados al bar la camarera lo reconoce y le explicamos el problema de las llaves, sin embargo, tanto ella como algún cliente nos dicen que este señor salió del bar con sus llaves colgando de uno de sus dedos... 
Continuamos con la búsqueda de las mismas en dirección a la casa de este señor. En este trayecto ya nos cuenta que tiene hijos pero que no quiere molestarlos, que casi prefiere pasar la noche en la calle, que él no tiene frio, que se va al metro... Le insistimos que se olvide de esas ideas..., y que aunque le cueste lo mejor es llamar a algún familiar.... A todo esto él no cesa de hablar contando cosas de él mismo, su vida.., a veces, haciéndonos alguna pequeña broma por el hecho de ir apoyándose en nuestros brazos..., y preguntando repetidas veces sí eramos psicologos (o qué eramos) ya que no entendía que dos absolutos desconocidos le dedicaran tiempo y se tomaran esas molestias con él...
Llegamos hasta el portal de su casa y, por desgracia, sin rastro de las dichosas llaves. Vemos un banco de madera cerca y allí (por petición de él) nos sentamos los tres. Él sigue hablando de lo mucho que ha trabajado en la vida, de los negocios que ha tenido y de los muchos millones que ha dejado a sus hijos.... y en sus palabras hay orgullo, algo de soberbia y mucho de amargura....
Le insistimos que no podemos seguir así toda la noche, que tiene que avisar a alguien, que ha vuelto el frio y no se puede quedar en la calle. Joer, yo ya estaba "pajarito" en el banco y este señor animándose diciendo que él no tenía frio y que no había pasado frio nunca !!!. 
En fin, más tarde saca todo lo que llevaba en los bolsillos y le vemos un móvil... Mi amiga lo coge y le mira los contactos.. Efectivamente tiene muchos nombres que son de sus hijos y una hermana suya. Después de meditarlo mucho y "hacer de tripas corazón" nos permite llamar a uno de sus hijos... 
Por fin consigue hablar con su hijo Ruben y le transmite su situación, a saber: "...Ruben, mira, he perdido las llaves y estoy en la calle....., no te digo que vengas..., tú haz lo que creas que debes hacer, ......., oye que sí tú no puedes avisa a carmencita o a laurita,...". 
Finalmente nos comenta que su hijo va a venir en una hora, hora y media, o.... quién sabe.... 
Nos quedamos un poco más con él escuchando sus palabras de amargura....  Sus ojillos son el lenguaje no verbal que nos dicen: ".... y qué poco caso me hace ahora nadie.....".
Más tarde baja su vecino Manolo a sacar el perro... Se saludan, e inmediatamente este señor pone a su vecino al corriente de su situación... El vecino lo mira contrariado y le pregunta que qué va a hacer.... y este señor contesta diciendo: "... Manolo, no te preocupes que no te voy a pedir sí puedo quedarme en tu casa...".
Con esto el vecino achucha al perro y desaparece...   
Poco después nosotros también nos despedimos de este señor y le dejamos en el banco esperando a su hijo. En fin, ojalá que haya tenido un final feliz.  

Seguimos nuestra ruta y llegamos a la casa de mi amiga. Nos despedimos y yo continuo para mi casa.  
Llego a la altura de un bar y me encuentro con dos señores a voz en grito. Se veía que se conocían ya que estaban repasando alguna movidita del pasado y ambos se reprochaban cosas. Por lo poco que escuché no se ponían de acuerdo... una misma escena y dos interpretaciones distintas. Mapas parecidos pero no tanto.... 

Y al llegar a mi casa pues la guinda del pastel... Mi vecino gritando cosas así como esta: ".... Hijo puta..., payaso !!!!  ".  
Luego pongo la TV y me sale la pelicula "La naranja mecánica".. Joer, que tarde-noche !! ... , hago un zapping rápido y llego a la convicción de que no hay nada que me guste y... como parece que estoy anormalmente espabilado (.. seguramente por el cortado descafeinado que por error debía ser cafeinado..) pues me he puesto a escribir esta aventurilla. 

Todo esto que me ha pasado me ha ayudado a probarme a mí mismo. Y en esta prueba tomo conciencia.
Creo que esta tarde-noche la vida me ha hecho un regalo.
Muchísimas Gracias.   

JoseVi 
         
  

No hay comentarios: