Técnicas de Sanación

Aquel que ha contemplado la belleza se vuelve bello para siempre

viernes, 19 de febrero de 2010

Lo mejor



No hay mejor Amor que el Amor sin objeto, no hay trabajo más satisfactorio que un trabajo sin propósito.
Rumi

Aquél día sentí que el viejo misterio volvía a cautivarme, que volvía aquel silencio interior. Estaba allí tumbada, como un fragmento más de la naturaleza y experimenté de nuevo aquella mágica intensificación del sonido, aquella riqueza de percepción aumentada. Tenía clara conciencia de movimientos secretos en los árboles. Una pequeña ardilla, con pelaje a rayas, subía por un tronco en típicas espirales, metiendo la nariz en los agujeros de la corteza, con ojos brillantes y orejas redondas, alerta. [...] Es poco menos que imposible describir la renovada conciencia que se posee cuando se abandonan las palabras. Las palabras pueden intensificar la experiencia, pero también pueden empobrecerla. Contemplamos un insecto y ya estamos abstrayendo determinadas características y clasificándolo: una mosca, decimos. Y en ese preciso momento cognitivo, parte del milagro ha desaparecido. Una vez hemos etiquetado las cosas que nos rodean, dejamos de observarlas con tanta atención. Las palabras son parte de nuestro yo racional y olvidarnos de ellas un rato equivale a dejar que nuestro yo intuitivo vuele con entera libertad.


[...] Porque estamos confinados en lo humano, cautivos de nuestra perspectiva humana, de nuestra visión humana del mundo. Incluso nos resulta difícil ver el mundo desde la perspectiva de otras culturas distintas de las nuestras, o desde el punto de vista de un miembro del sexo opuesto.


Jane Goodall

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